Tripofobia:
Miedo a los agujeros.
Definición ampliada:
La tripofobia se define como un miedo irracional a los agujeros. El término, que fue usado por primera vez en el año 2005, viene de dos palabras griegas: “trypa” que significa agujero, y “phobos” que significa miedo. Aunque la tripofobia no está reconocida oficialmente como una enfermedad mental en la literatura científica (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), se estima que un 16% de la población muestra una evidente angustia cuando ven objetos que muestran grupos de agujeros pequeños, tales como las semillas de una flor de loto, un panal de abejas, o burbujas de aire en la mezcla para tortas.
¿Qué tipo de imágenes provocan la tripofobia?
Un grupo de no menos de 7 agujeros o bultos.
Semillas de flor de loto.
Burbujas en la superficie del agua.
Burbujas de jabón.
Chocolate con burbujas de aire.
La piel en las piernas después de estar sentados en una alfombra.
Una sapa marina de Surinam dando a luz a sus hijos desde los agujeros de su espalda.
La piel de las patas de pollo.
Un arrecife de coral rosado.
Reacciones a imágenes tripofóbicas
Sensación de insectos debajo de la piel (formicación).
Sudoración.
Taquicardia.
Sensación de ansiedad.
Una necesidad compulsiva de destruir las burbujas o grupos.
Urticaria.
Necesidad de mirar hacia otro lado.
Sensación de nauseas.
Temblores.
Llorar.
Las personas tripofóbicas se vuelven paranoicas cuando piensan que un poro en la piel se puede transformar en un enorme hueco, o que una picada de un insecto pueda dejar agujeros en los que puedan alojarse las larvas del mismo.
Investigaciones sobre la tripofobia
Utilizando las fotografías proporcionadas por la página web trypophobia.com, dos investigadores británicos, Arnold Wilkins y Geoff Cole de la Universidad de Essex trataron de determinar el alcance de esta nueva fobia. Ellos llegaron a la conclusión de que la tripofobia está más ligada al asco que al miedo. La respuesta del cerebro está relacionada a la forma de los agujeros agrupados, que es percibido como algo peligroso, repugnante o asqueroso.
Las personas que se sienten incómodas al ver huecos, especialmente en objetos más bien orgánicos, estarían lidiando con diversos pensamientos contraproducentes tales como que pueden caer adentro, algo vivo saldría del agujero, o que los agujeros tienen el aspecto de alguna erupción o ampollas causadas por una enfermedad contagiosa (como la varicela o el sarampión).
Wilkins y Cole, en conjunto con su estudiante Dinh Le, desarrollaron un cuestionario diseñado para evaluar las reacciones de las personas a diferentes imágenes tripofóbicas.
Otra investigadora y psiquiatra, Carol Mathews de la Universidad de California, asegura que el encontrar las imágenes tripofóbicas como asquerosas es una reacción relacionada al condicionamiento: “una emoción – asco – se asocia con algo que normalmente no evoca tal emoción”.
¿Cómo superar la tripofobia?
1. Terapia conductual: el individuo aprende a controlar su conducta cuando esté en presencia de pequeños agujeros.
2. Terapia cognitiva: se ayuda a los tripófobos a cambiar sus patrones negativos de pensamiento.
3. Programación Neuro-Lingüística: está basada en la conexión entre los procesos neuronales, el lenguaje, y patrones de conducta que pueden ser usados para aliviar el temor a los agujeros o grupos de objetos.
No existe mucha información sobre la tripofobia, y muchos de los que la padecen no están al tanto de que otros pueden tener el mismo problema. Si esta fobia interfiere en las actividades diarias de una persona, es importante que busquen ayuda profesional.