Radiofobia:
Miedo a la radiación.
Definición ampliada:
Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a la radiación o a los rayos x.
Existe un documental del año 2005 con este título, referido a la catástrofe de Chernobyl. En efecto, la radiofiobia consiste en el miedo anormal a la radiación ionizante, y también se lo utiliza como miedo a los rayos X. Este término es usado en varios sentidos relacionados entre sí: como referencia a un desorden neurológico, como una fobia específica y (polémicamente, no en medicina) como la oposición general al uso de energía nuclear.
El miedo a la radiación ionizante no es algo innatural desde el momento en que ésta puede implicar un riesgo significativo; sin embargo, este temor puede volverse anormal e incluso irracional, a menudo debido a pobre información recibida o baja comprensión, pero también como consecuencia de una experiencia traumática.
En la antigua Unión Soviética muchos pacientes con enfermedades radioactivas luego del desastre de Chernobyl fueron acusados de radiofobia, tal vez en un intento de disminuir la escala de las consecuencias. Estos reclamos fueron sostenidos en algunos reportes de los expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Al mismo tiempo, la radiofobia (en el sentido de un miedo excesivo a la radiación) existía ampliamente dentro de la población afectada, por la razón de que estas personas creían que el gobierno les estaba mintiendo y subestimando seriamente el grado de peligro.
Al mismo tiempo, los expertos médicos que investigaban las consecuencias psicológicas de Chernobyl han presentado evidencia que indica que ciertos síntomas psiconeurológicos -que se manifiestan en la fatiga, alteraciones del sueño, dificultades de la memoria, etc. (por ejemplo, los similares a aquellos del síndrome de fatiga crónica)- parecían no tener correlación directa con la dosis de radiación recibida, o con el nivel de contaminación del área de residencia.
En los Estados Unidos ha habido intentos de restar importancia al peligro de la radiación mediante la estigmatización de los oponentes de las plantas nucleares y las pruebas atómicas, a quienes se los etiqueta como “fóbicos”. Hoy el término “radiofobia” se aplica polémicamente a los argumentos en contra de la utilización de este tipo de energía.